El mar nos aguarda un sin fin de paisajes submarinos, prácticamente igual al que podemos contemplar en la superficie, pero inmerso bajo toneladas de agua. En las cuencas oceánicas hay llanuras, montañas y valles. La cuenca tiene borde y laterales, (la plataforma continental que le une a la costa y el talud continental que cae desde la plataforma respectivamente).
En la cuenca oceánica se encuentran las llanuras abisales, colinas escarpadas, inmensos volcanes llamados montañas marinas y profundos valles, también conocidos como fosas.
El magma interno de la tierra brota por las grietas del fondo marino y al enfriarse forma nuevas secciones de suelo que hacen que crezca poco a poco cada vez más. Se ha descubierto, estudiando las diferentes capas del suelo, que a ambos lados de una cordillera hay capas de roca idénticas ya que pertenecen a la misma explosión magmática.
También, el propio océano es capaz de tragarse islas por completo.A veces el anillo de coral, también conocido como atolón, indica el lugar de una antigua isla absorbida por el océano. Los corales construyen el arrecife alrededor de la isla.
Sin embargo, están naciendo islas constantemente. Cuando un volcán submarino entra en erupción, la lavase enfría con el agua marina y de esta manera las capas de lava se van acumulando unas encima de las otras. Con el paso del tiempo, estas capas asoman por encima de las olas. Y así emergen las denominadas islas Hawaianas.
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